jueves, 11 de junio de 2009

Un día gris...

Hasta ahora sabía que mi pintor era vago, aprovechao, vendemotos, leeeeeento como él solo...hoy he descubierto que además es disléxico.
Hoy en teoría iba a ser un buen día: después de interminables días de preparación de paredes se empezaba por fin a pintar para dejarlo acabado ya esta semana. Además el técnico del gas vendría por segunda vez a dar, ahora sí, el ansiado visto bueno a la instalación. Día redondo.
Nada más lejos de la realidad; nada más llegar, la primera en toda la frente: el subnormal, perdón, el S-U-B-N-O-R-M-A-L del pintor se lió con los colores y me había pintado la habitación totalmente de gris, cuando en realidad el gris era para dos paredes del salón y la habitación iba en blanco con la pared del cabecero negro...cuando llegué y lo vi sentí unas irreprimibles ganas de llorar (mezcladas con otras ganas no menos grandes de agarrar por el cuello al fulano y dar fin a sus miserables días allí mismo). Nada, pues a repintar, y teniendo en cuenta que habrá que darle varias manos más de las previstas para enmascarar el gris, y que el tío tendrá que pillar pintura blanca extra para arreglar el desaguisao ya practicamente me olvido de que acabe mañana. Tendrá que volver por lo menos un día más la semana que viene.
Y luego el puto gas. No sé si es que el inspector es un cabrón o si los instaladores son cortitos pero a la segunda tampoco fue: la salida de humos de la caldera habrá que modificarla de nuevo y la ventilación sigue siendo insuficiente. De hecho van a abrirme un boquete encima de la ventana que va a pasar un camión por allí. Ventilar va a ventilar de puta madre pero el aislamiento de mi ventana (supercara por cierto) se va tomar por culo. Va a ser como si no tuviera ventana. Bueno, al menos me ahorraré poner calefacción en la cocina, con ese agujero de ventilación sería contraproducente.
Y a ver que pasa con la placa de cocción. Los instaladores en lugar de simplemente conectarle el tubo del gas, la dejaron ya funcionando (no sé quien coño les mandó por cierto). Ahora parece que un hornillo no va bien, y espérate que la garantía me lo cubra porque los tíos ni cortos ni perezosos le cortaron el cable del enchufe para hacer la conexión directamente con los cables en la toma de luz...
Hay días que es mejor quedarse en cama.

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